La misión de los Sistemas de Alimentación Ininterrumpida es clave para proteger activos valiosos frente a perturbaciones de la red eléctrica y fallos en el suministro. Los SAI/UPS garantizan la disponibilidad de una fuente de energía fiable, eficiente y económica gracias al elevado rendimiento y el coste ajustado de estos equipos.

 

 

Si hablamos de activos valiosos, ciertamente pertenecen a esta categoría las entidades bancarias y las operaciones de tipo financiero en general. Hace ya muchos años que la economía y las finanzas se realizan a través de las redes, que por razones obvias exigen una continuidad del servicio que permita a particulares, empresas y entidades públicas desarrollar su actividad con total normalidad y sin sobresaltos.

 

El uso de Sistemas de Alimentación Ininterrumpida en el entorno bancario es muy diverso: desde los cajeros automáticos hasta las oficinas bancarias y los centros de datos, estos equipos desempeñan una función primordial para proteger las comunicaciones y el acceso a los datos.

 

Continuidad garantizada

Un primer objetivo de los SAI/UPS es garantizar la continuidad de las operaciones. Cuando la red eléctrica sufra problemas de fiabilidad ocasionados por cortes o fluctuaciones, el sistema se activará para ofrecer el respaldo necesario. De este modo, los servicios bancarios, tanto a través de redes fijas como móviles, seguirán en marcha. Como derivada de esta primera consideración, el objetivo del SAI/UPS es minimizar el tiempo de inactividad en un sector que debe funcionar en régimen 24/7. Los clientes no aceptarán pérdidas del servicio ni retrasos apreciables, lo cual exige un suministro no solo continuo sino también de activación inmediata.

 

La protección eléctrica impide asimismo la desaparición potencial de datos, manteniendo para ello su integridad y evitando unas pérdidas financieras que pueden ser desastrosas tanto desde un punto de vista meramente económico como reputacional para la entidad. Si, en general, toda empresa necesita salvaguardar su reputación y su marca, en mayor grado ocurre con las entidades bancarias y financieras en general, pues almacenan información altamente sensible acerca del patrimonio y las operaciones de unos clientes cuya identidad también debe ser debidamente preservada.

 

Una amenaza tan vigente en nuestros días como la manipulación de los sistemas digitales requiere una ciberseguridad de primera categoría que también se basa a su vez en los SAI/UPS. Cortafuegos, sistemas de detección de intrusos y otras medidas de seguridad se alimentan a través de los dispositivos si es preciso, garantizando de este modo que van a seguir proporcionando un escudo permanente frente a ataques maliciosos.

 

Su uso en el sector bancario y financiero está llamado a seguir expandiéndose en el futuro a través de la creciente adopción de equipos de alta eficiencia con el fin de reducir el consumo energético y los costes operativos. Esta tendencia está relacionada a su vez con la concienciación acerca de las emisiones de carbono, que conlleva recurrir en mayor medida a fuentes de energía renovables como la solar y la eólica, con la ventaja añadida de reducir la dependencia de unas redes eléctricas convencionales sometidas a una creciente presión.

 

La implementación de soluciones de monitorización y gestión remota también es un aspecto reseñable al facilitar el seguimiento en tiempo real y el mantenimiento proactivo. Más vale prevenir, inclusive también cuando hay un SAI/UPS listo para entrar en acción.